Los vehículos a gas se paralizan por la subida de precios: ya es más caro que repostar gasolina
El alza de los precios de los carburantes ha provocado que los españoles se vean obligados a vaciar sus bolsillos para pagar su movilidad. No obstante, el aumento de las tensiones entre Rusia y Europa por el conflicto con Ucrania ha obligado a gran parte de la flota de vehículos de gas a paralizarse, tras registrar un aumento de un 130% del GNC (gas natural comprimido) respecto al mismo periodo del año anterior hasta rozar los dos euros. Una situación que lejos de revertir podría empeorar en los próximos meses por la tendencia alcista de esta materia prima.
Desde Grupo Energy Traders Consulting en conversaciones con este diario explican que «al igual que está pasando con la electricidad o con los carburantes en el mercado, el gas no deja de fluctuar y lo que es peor de subir, tras cerrar un 2021 de récord». La tendencia para los próximos meses es alcista y no se vislumbra, debido a los acontecimientos sucedidos entre Rusia y Ucrania, que el precio pueda mantenerse en parámetros normales en 2022 y las subidas precios podrían persistir también en 2023″, puntualiza.
El precio de combustibles fósiles se situaba en 1,929 €/litro de GNC, 1,489€/litro de gasolina, 1,367€/litro de gaseoleo y 0,844€/litro de GLP, según los datos facilitados por Grupo Energy Traders Consulting para este martes.
En concreto, existen dos tipos de vehículos propulsados por gas. Este es el caso de los coches de GLP (gas licuado del petróleo) y GNC (gas natural comprimido). «Respecto al precio de estos dos combustibles, hay que incidir en la subida del 25,5% en el precio del GLP y el incremento del 128,3% del GNC, ha provocado que este pase de ser el combustible fósil más barato a ser el segundo más caro», calculan fuentes de Grupo Energy Traders Consulting. Un aumento de los costes que ha repercutido en la matriculación de vehículos nuevos.
«Ahora los ciudadanos pagan hasta un 117% por hacer caso al Gobierno de Pedro Sánchez y comprarse un coche de gas en vez de uno de gasolina o diesel -por combustión-, ya que estos últimos, según algunos ministerios, son los culpables del calentamiento global y deberían sustituirse por los propulsados por electricidad o gas. Ambas materias primas se encuentran lejos de los precios que venían registrando previas al impacto de la crisis del coronavirus», critica la energética.
Medidas del Gobierno
El Gobierno limitó por decreto el precio del gas para calefacción y para hogar, cosa que no ha hecho para el GNC de los vehículos olvidándose así de la automoción. «Si bien es cierto, que, aunque muchas marcas de vehículos apostaron por este combustible para sus coches, no ha tenido gran demanda a diferencia de lo que pasó con el GLP, que muchos profesionales del volante optaron por este combustible, ya que era más económico», explican desde la energética.
«El resultado de observar la situación actual de los precios de combustibles, los futuros y los factores externos (nacionales o internacionales) que influyen en el precio de los mismos, es que no se vislumbra una bajada de precios a corto plazo y que los combustibles tan demonizados por el Gobierno son más baratos que el GNC», aseguran. Además, avisan de que «el gas se ha convertido en la pesadilla de la movilidad».